Hace ya unos días puse en funcionamiento las búsquedas a través de palabras clave, con vistas a implementar en un futuro próximo la búsqueda por cadenas de texto libre. Pues ahí la tenéis, en la cabecera.
Este fin de semana salió la versión inglesa de los chicos de Solaris del capítulo 12 de Itoshi no Kana y había demasiadas diferencias que no quería dejar pasar.
¿No tiene suficiente con el canon que le pagamos solamente por tener ADSL, discos duros, impresoras, memorias flash o reproductores MP3? ¿Qué pollas haces ahí, desgraciado?
Desde hace ya tiempo que me habían llamado la atención esos dibujos de cuatro chicas, en especial el de la que lleva dos horquillas en forma de X y la verdad, me esperaba un bodrio tremendo, porque apenas había tenido impacto mediático en el mundillo, pero... ¡Oh, sorpresa!
Decía un tal Mahoma, ese mismo que se casó con una loli de 5 ó 6 años, que si la montaña no iba a él (como es obvio), pues que el moro tendría que coger y acercarse a la montaña. Y así hemos hecho. Uy, plural, pero no mayestático, ojo.
No salgo de una para meterme en otra, y es que parece que me he hecho adicto a los dramas con calidad ortonesimal o craptástica, como dirían los guiris. Pero esto es como la bella y la bestia: La belleza está en el interior.
Sexo, mentiras y lágrimas tendidas. En la línea trazada por Ef y salida de otro juego de ésos japos de hacer click-click-click, Bandai Visual nos presenta esta vez un dramón de proporciones algo menos épicas.
Con la música de los The Doors os traemos, en un pack final, los tres últimos tomos de este increíble manga, con la firme esperanza de que os haya gustado tanto como a nosotros.
Me acaban de pasar un fantástico mail los chicos de Norma, al igual que a Hueso y a Jiuck, pidiéndonos que por favor dejemos de distribuir gratuítamente la traducción al español de Yokohama Kaidashi Kikou. Me he quedado muerto al verla.
Casi tres meses, tres, los que han tardado los chicos de Solaris en sacar este 11er capítulo. Como Logard me proponía en otra entrada de la web, podía haber sacado una traducción FTL en Comic Sans, pero al final no ha sido necesario.
Por lo visto un tal Robbie Cooper no ha tenido mejor idea que plantar una cámara de vídeo delante de una tele y filmar a unos niños/niñas mientras se echan unos vicios a la consola. Y en efecto, eso mismo parece: Un consolador. ¿No te lo crees?
Es lo malo de empezar con una serie de gusto cuestionable, de género no muy allegado y para la que encima te tomas las molestias de comprar el original.