Hay ocasiones en las que mi sentido arácnido se pone a zumbar como un poseso. Alguna vez me he equivocado, pero creo que esta vez no. Niñas kawaiis lidian en un mundo inmerso en una realidad virtual. Mascotas virtuales, virus, interfaces y todo un mundo matrix dentro del mundo real. Tiene potencial y le han sabido sacar jugo hasta casi la última gota. -Actualizado-
Cuando un estudio de la calidad de Madhouse se lanza con un proyecto de estética extraña y controvertida y se une a un director harto de los diseños clichés y los convencionalismos, el resultado es algo TAN fresco que no puede pasar desapercibido.
Tras la muerte de Satoshi Kon, se me antojó ver sus dos ópera prima. La primera, Paprika, que todo el mundo jaleaba tras el éxito de "Inception" (Origen)