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Entre pettankos, travestidos y el calentamiento global.
Shangri-la 「シャングリ・ラ」
Escrito por Reboot el 13.11.2009.
Soy amante del dibujo de Range Murata, no puedo evitarlo, desde que viera los bosquejos y trabajo artístico de Last Exile, así que me lancé al vacío a ver esta serie, pero... ¿A qué precio?

Sinopsis
Regla #1: No te fíes del artwork a la hora de valorar el potencial de una serie.
Houjou Kuniko es una chica tremenda, líder nata, habilidosa con su boomerang y capaz de aprender cómo funcionan los mercados de valores en tres segundos. Vive en lo que queda de Japón tras un gran terremoto que lo arrasó y bajo la opresión de un impuesto por emisiones de CO2 que impiden cualquier miserable hoguera de camping.

Para rematar la faena, el gobierno que lleva lo que queda de nación se obstina en que su único futuro reside en "Atlas" una arcología de proporciones épicas donde podría vivir toda la población mientras se reforesta toda la isla con el fin de poder costear (a base de vender cuotas de emisiones a otros países) la creación de la misma.

Pettankos, transexuales, culto a lo desconocido, violencia de género y sadomasoquismo se juntan en este supuesto seinen post-apocalíptico un tanto descafeinado.



Animación y Dibujo
Extremo: Hay cosas que me gustan y cosas que no.

Me encanta el dibujo de la prota, obviamente salido de las manos de Murata-san, y el de su boomerang. Me gusta el dibujo de Sayoko, la científico malvada, porque me recuerda el clásico dibujo andrógino de las Clamp. Y me gusta el dibujo de la loli, Ishida, aunque muy típico, es de los que te encuentras hasta en la sopa.

Todo lo demás, apesta. Y mucho.

Exacto, vomitivo.
La animación se medio salva, pues mantiene su mediocridad sin caer demasiado bajo a todo lo largo de los 24 capítulos. Pero es sosa, sin cuidado ni calidad, al igual que el dibujo.

Salva que desde el principio me enamoré del dibujo de la carátula, con Kuniko empuñando su colosal boomerang. La pena es que todo se queda ahí.

Tenéis alguna cosilla del artwork de la serie en la galería de Shangri-la.


¿Sora-chan?


Doblaje
Medio. Sobresale la de la prota, Kuniko, que me gustó. El resto ni fú ni fá, especialmente la voz de los travestis.

Banda Sonora
Pichí-pichí tirando a aceptable.

El opening se termina haciendo pegadizo, o al menos la primera frase, que es la única que escucho y el efecto de organillo con slide del final, que es donde paro de echar para alante.

El ending, con pretensión de ser cuco, no deja de ser bastante mediocre (y pretencioso, claro)

En cuanto a la música de fondo, hay que decir que no es intrusiva y no molesta.

Y los efectos sonoros son bastante chuscos, empezando por la cremallera ésa... Apuf.

Tenéis el OP y el ED en la radio.

Argumento
¡Enculado!
Ahm... Sí, argumento. ¿Habéis visto Evangelion? Bueno, pues algo similar en cierto modo, pero sin mechas. Todo el rollo pseudocientífico, pseudoparanormal, que meten en la Turmix junto con temas modernos, le aprietan al TURBO y les sale un mejunje que ni os cuento. Bueno pues aquí sucede algo parecido.

En teoría va de una chica, que aparenta menos, pero en realidad es mayor, que casualmente va el 99% del metraje vestida de uniforme de un colegio, no sabemos de cuál, porque es un mundo apocalíptico y no hay colegio, y porque además se supone que es mayor como para llevarlo, aunque no lo aparente, se alinea con un grupo rebelde que trata de forzar la caída de lo que está provocando una desigualdad social sin precedentes: Una megatorre llamada Atlas, que según su gobierno, traerá riqueza y abundancia a sus conciudadanos, aunque no todos opinan lo mismo.

Al principio promete tiros, pero luego la historia divaga y cae irremediablemente en una mezcla irracional de planteamientos absurdos. Y así da vueltas a lo mismo hasta que por fin, en los últimos 6 episodios la cosa se pone interesante.

Mientras tanto podemos aprender que:
1. Aporreando el teclado a velocidad infernal podemos hackear cualquier sistema.

2. Que los uniformes de colegio te hacen la protagonista y además es genial, porque no se manchan y puedes hasta dormir con ellos y así, mientras el resto de la gente tiene que cambiarse, tú no. Mola.

¡Keikaku doori!
3. Que alguien puede arruinarse jugando a ser broker y de repente, sacar dinero de ningún sitio y volverse a enriquecer. ¿Quién dijo bonos basura?

4. Que los boomerangs pueden hacer todo tipo de virguerías en el aire y vuelven a tu mano.

5. Que puedes correr por encima del ala de un avión a velocidad cercana al Mach sin apenas despeinarte.

6. Que los malos espíritus existen y se controlan con pegatinas, a lo Encode de Dennou Coil.

Qué malas son las lolis.
7. Que los superordenadores se apagan cortándolos por la mitad y que cuando eso ocurre, se les escapa líquido de su interior.

8. Que los ascensores pueden subir y bajar miles de metros en cuestión de segundos. Qué digo segundos, un instante.

9. Que puedes entrar y salir sin que nadie se percate, aunque estuvieras arrestado en una celda, de forma instantánea, aunque no conozcas el lugar, y aunque el lugar en cuestión sea casi tan grande como la Comunidad de Madrid entera.

y 10. Que aunque haya habido el peor cataclismo de la historia, siempre quedará en pie Akibahara, que es el equivalente de mezclar las calles Barquillo, Gran Vía, Serrano y Preciados, pero en Japón.

Que sí, que es un anime, no un documental del National Geographic, pero hombre, un poquito de por favor, que esto se supone que es un seinen.


Yo sí que sé cómo calentarte...


Valoración de los personajes
Los personajes son absolutamente increíbles, pero en el mal sentido de la palabra. Comenzando por su prota, Kuniko, que es el típico personaje mega-hyped que va a salvar a la humanidad, porque ella lo vale, y que todo el mundo lo sabe, sabe que es guay, y punto pelota, y con un pedazo de boomerang de nanocarbono que lo corta todo, menos sus manos, y con el que es capaz de trazar figuras poligonales de lo más enrevesadas.

Continuando con la plétora de travestis que pueblan el repertorio. Y cuando hablo de travestis no es en sentido figurado. Y además son la polla, nunca peor dicho.

Tiene cara de sado. Lo es.
Y terminando con unos malos malosos que parecen que hubieran nacido en domingo, con esa cara de cansinos con la que salen siempre.

Pasando por un chaval al que le mola el sado, un espíritu que quiere joderlos a todos, e incluso por un veterano de guerra que parece salido de "Teléfono Rojo: Volamos hacia Moscú".

¿Lo mejor? El trío de otakus, sobre todo el que se pasa toda la serie vocalizando onomatopeyas. Es tan surrealista que mola.


Puntuaciones
Puntuación general 5
Animación y Dibujo 6
Doblaje 6.5
Banda Sonora 6.5
Personajes 3.5
Argumento 4.5
Valoración Media 5.3
Valoración general
Hace ya unos tres años pregunté en el canal de animeunderground, cuando la gente chateaba y no idleaba como ahora, que qué tal era esa serie que uno del foro tenía en su firma y cuyo dibujo me fascinaba. Era de una chica con unos auriculares muy steampunk con los ojos cerrados, como absorta en lo que oía por ellos.

La serie, me contestaron, no sería otra que Last Exile, que como me diría mrm, era de las que puedes adorar u odiar, pero no quedarte en medio.

A mí no me disgustó, pero sin duda lo que más me apasionó era todo el artwork que la serie llevaba aparte, de un tío que, después supe, se llamaba Range Murata.

Han pasado los años y de repente por Sankaku me encuentro que precisamente el mismo Murata había dibujado la portada del décimo aniversario de no sé qué revista en Japón y me dió por revisar su trabajo, cuando ¡oh, sorpresa! veo que esos dibujos que últimamente estaba viendo por ahí y me gustaban, de una chica de pelo rosa y un boomerang gigante que correspondían a la serie Shangri-la, eran también suyos.

Así que y aprovechando que los guiris acababan de sacar un pack con toda la serie, me la bajé... Y me percaté que ésta es otra de esas series que odias o detestas. No, wait...

No me jodas, ¡es Ikari Gendou!
Fuera de coñas, es algo que no esperaba encontrar. Esperaba una especie de Shounen, en el que la protagonista, femenina en este caso, pegaba galletas a diestro y siniestro con su boomerang súperafilado contra la opresión gubernamental, la injusticia y un estado de clases.

Sin embargo encontré una serie básicamente ñoña, donde escaseaba la acción salvo honrosas excepciones, y en la que se pasaban tres cuartas partes del metraje absortos en preguntas sin respuesta y merodeando entre rituales oscuros, pseudofilosofía y pseudociencia bajo un ambiente ciber-punk donde parece que el flower power mola y cortarse la polla es lo más.

Una serie que fuera de lo estético es un coñazo y a la que le sobran 20 de los 24 capítulos. En la que el desenlace se ve venir a la milla, pese a lo retorcido del guión.

En definitiva, Shangri-la es una serie que conviene ver si no se tiene la más mínima expectativa, si estás capacitado para aburrirte durante varios episodios y si se tienen 9 horas de tiempo libre para perder, o como en mi caso, 7 si la ves al 120% de velocidad.

Como alguien de AniDB dijo: Cuando en la primera escena, lo primero que aparece es una loli, no tan loli, pero que lo aparenta ser, que se viste de colegiala, en un supuesto mundo apocalíptico, tras el sonido de una cremallera que aparenta cualquier cosa menos el sonido de una cremallera, no puede ser preludio de nada bueno.

GONZO, como siempre, la volviste a cagar.


¡Hijos de puta, qué le habéis hecho a mi serie!



Palabras clave. Shangri-la (1) Seinen (4) Range murata (2) Gonzo (1)
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